jueves, 16 de julio de 2009

atacá


Con todas sus fobias metidas en la mochila, emprende un recorrido por andalucía.
Tierra seca, olivas, música y calor la acompañan en su viaje.
Se complica el intentar reconocerse a sí misma sin todas sus rutinas y vueltas personales para pasar el día.
Se encuentra con una desconocida que es ella misma, y le da un ataque de pánico en el ave madrid-sevilla al no saber que hacer, como encararse, como arrimarse a esa imagen que cree era y no es.
Los tips que bajó de internet para manejar estos ataques no funcionan y no puede respirar.
Un señor con anteojos clark kent sentado cerca de ella se preocupa.
El efecto es nefasto, ahora tiene que lidiar con dos desconocidos.
Es demasiado para un mismo trayecto.
Se empieza a calmar sabiendo que su amiga va a estar del otro lado del camino esperándola, reconociéndola y tal vez la ayude a recordarse.
Se distrae con el paisaje que le devuelve la ventanilla del vagón en el que viaja.
La gente habla a su alrededor y se pierde en esos diálogos ajenos.
.

2 comentarios:

  1. Para cuando llegue a Sevilla, todo habra pasado, sabra quien es, a donde va y podra disfrutar con su amiga de las delicias del sur...que todo lo cura...bailaoras flamencas en un tablao,naranjos en flor, el perfume de loa azahares,el sabor del pajarito,el manso correr del Guadalquivir,los tapeos...quien puede estar perdido en ese paraiso?

    ResponderEliminar
  2. Me acuerdo de mis viajes en tren por Andalucia.
    Mucho ruido, voces altas , las personas que te hablan sin conocerte y si el viaje es largo te cuentan su vida...y al llegar a destino te salundan como si te conocieran de toda la vida.
    Gente muy especial la andaluza,los disfruté plenamente cuando vivi entre ellos.

    ResponderEliminar