sábado, 30 de mayo de 2009

Sfogliatella

En detalle: "Cruz I" (2005) 0,70 x 0,80 m.


Domingo de invierno en Buenos Aires, a su padre hoy no lo va a ver, está de luna de miel.
El día pinta bajón.
En la tele, para variar no hay nada.
Afuera hay un cielo bien azul que invita a salir un rato.
Eso la ayuda a decidirse. Rumbo a La Boca, va.
Al mejor lugar de su ciudad donde comer sfogliatella
Ahí la llevaba su abuelo.
Ella sigue cumpliendo la tradición de sentarse en la mesita de la derecha, y enumerar de cuántos países hubo visitantes.
Las paredes están cubiertas por billetes y monedas aportadas por los clientes, mayoría turistas.
Sentada en esa mesita vuelve a sentir nostalgia.
La invade la necesidad de levantarse e irse.
En la calle, el aire comienza a sentirse más frío.
Da unas vueltas entre turistas y vuelve a contagiarse de ese espíritu que le gusta captar en su ciudad. Sentirse turista en su lugar. Observar las veredas o edificios, con ojos nuevos y desprovistos del sentimiento de pertenencia de lo que te rodea.
Esa noche, fumando un cigarrillo, pudo recordar el día con una sonrisa.
Mucho mejor de como comenzó.













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viernes, 29 de mayo de 2009

El vestido

En detalle: " Enredadas" (2008) 1,35 x 0,85 m.


Amaranta está en shock.
Su padre se va a casar.
Raquel lo quiere,
de eso se da cuenta.
Amaranta será testigo,
un vestido hay que comprar.
Muy a su pesar,
La novia del tema se encargará.
En ese instante preciso
comenzaba el calvario de Amaranta.
Día y noche no podía ,en el vestido,
dejar de pensar.
Pesadillas la acompañaban.
Sus amigos comenzaron a evitarla,
cansados de sus lamentos vestidianos.
Finalmente el día llegó y
Amaranta se alegró.
Para bien o para mal,
el momento iba a pasar.
En la habitación de la novia,
Rodeadas por el peluquero,
maquilladora, y amigas ,
Amaranta pudo mirar
al causante de su insomnio.
El vestido, en una percha blanca,
colgaba de una puerta.
Sorpresa fue lo primero que sintió.
El color estaba bien,
un rosa suave y pastel.
El cuello bote representaba
un desafío de contención.
que sin la ayuda de un corpiño,
no era tarea sencilla.
El problema surgió cuando se lo probó.
El vestido de broderie estaba sin forrar.
La tela plagada de pequeños orificios ,
dejaba a su bombacha entreverse.
En aquél campo rosa pastel,
resaltaba el rojo burdeos de su tanga.
La vista de todos fija en su retaguardia
confirmó que no sólo ella,
reparaba en la gracia de aquellla tela.
Finalmente, a una de sus tías,
una chalina verde le sacó.
La combinación, a Raquel le gustó .
Amaranta de su silla,
practicamente en toda la noche,
no se movió.







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jueves, 28 de mayo de 2009

La Divina

En detalle: "El jardín de Alcira" (2008) 1,50 x 1,20 m.



Matilda está en la casa de su abuela, La Divina.
Así la llamaba su abuelo,al que no conoció.
Es un sólo ambiente donde el dormitorio,
de la zona social,
está separado por un mueble.
Está durmiendo en la cama supletoria,
y se despierta con ruidos.
Se asoma y espía.
Está La Divina con Porota y Víctor,
un matrimonio amigo de su abuela.
El, muy formal, con traje a rayas
y pañuelo blanco en el bolsillo frontal.
Ella, de voz nasal, pelo blanquísimo
y una mancha de nacimiento en la piel,
cerca de su ojo izquierdo.
Los ve de pie, ante esa mesa redonda.
Están tomando un licor.
La abuela, siempre estaba con un licorcito.
La introdujo a Matilda,
en el vicio del oporto, a esta edad.
La yema de huevo crudo en una taza con azúcar y oporto
y a batirlo, con una cuchara, con mucha fuerza...
Son de esos sabores de la infancia que son ricos ahí, en el recuerdo.
Están los tres riendo.
No hay música, pero en ese momento,
a Matilda le parece escuchar una melodía.
Es el efecto de las risas de Porota y Divina.
Su abuela, está Fumando!.
Es la primera vez que la ve hacerlo.
En ese preciso instante, Matilda tiene la certeza
de estar viendo a su abuela como mujer.
Con la necesidad de una mujer. Con la risa de una mujer.
Esa noche la descubió. Descubrió a La Divina.
Hoy ya adulta, Matilda revive frecuentemente esta imagen.
Se siente cercana a ella. Está más acompañada que nunca por su abuela.
En este recuerdo, de mujer a mujer.


























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miércoles, 27 de mayo de 2009

Je suis desolé

Imagen: Ginebra, Diciembre 2008.


Son las tres de la mañana y a su casa está volviendo.
No tuvo ganas de quedarse con Nadine toda la noche, otra vez no.
Vuelve a su departamento y descubre que en algún lugar sus llaves dejó.
No le queda otra que regresar a la casa de su chica a buscarlas.
El mal humor de Ella al abrir la puerta se refleja en su cara.
“Je suis desolé” , Simon intenta excursarse sin mucho éxito.
Vuelve a su lugar y llama a un cerrajero, el chiste le quitó el sueño.
A la mañana, casi sin haber dormido, se va a la oficina.
Cuando está estacionando toca el auto de al lado.
El dueño del vehículo lo increpa.
“Je suis desolé” Simon contesta.
A media mañana su jefe le baja línea.
La presentación en la que estuvo trabajando no llena las expectativas de aquél hombre.
“ Je suis desolé” Simon responde.
En la cafetería a la hora del almuerzo vuelca, por accidente, el jugo de naranja a una mujer con la que choca.
“Je suis desolé” Simon se disculpa.
Volviendo a su casa pasa por el Supermercado.
Intenta hacerse de unas cajas de sopa y con el codo tira las latas de arvejas expuestas a lado.
El empleado del lugar lo mira desconcertado ante tal muestra de torpeza,
“Je suis desolé” explica Simon.
Descalzo y en boxer da cuenta de la cena mientras mira unos capítulos viejos de Miami Vice.
Su novia lo llama al móvil, que dónde estás?.
Simon olvidó la cita hecha con ella hace dos semanas,
“Je suis desolé” Simon proclama.
Se va a dormir sintiéndose vacío.
Estuvo todo el día dando disculpas a todo el mundo.
Tiene la sensación de haberse olvidado de sí mismo, en algún rincón.
“Je suis desolé” se dice a sí mismo, como un mantra, hasta quedarse dormido.












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martes, 26 de mayo de 2009

El color

En detalle: "Mandala de Princesas" (2005) 1,30 x 1,25 m.


Amaranta hace oídos sordos a su intuición.
Esta vez está decidida a animarse a hacerlo.
Si sigue pensando en los pro y los contra,
Nunca va a saber que siente ella con el nuevo color.
Con los guantes colocados comienza la acción.
Uno a uno va tiñendo los mechones de su cabello.
A mitad del proceso la duda la llena nuevamente.
Casi se paraliza pero logra pasar el momento.
Finalizada la primera etapa, busca en Sandro unas palabras.
Se llena nuevamente de energía para encarar su cambio.
Se enjuaga la cabeza en la pileta de la cocina.
El agua sale amarilla y su mano tiembla.
Termina el efecto secándose el pelo con un secador.
Busca su imagen en el espejo y se mira con horror.
Un platino subido la acompaña el día de hoy.
Enciende un cigarillo atragantando su desazón.
Mañana con gorro puesto a la peluquería concurrirá.
Tendrá que aguantarse las miradas de las clientas
y el enojo de Oscar.
El le corta el pelo desde que tiene cinco años.
Nunca va a entender el motivo que la llevó a realizar ese cambio.
Necesitaba desaparecerse ante sí misma,
recrearse en otra imagen más a gusto con su vida.
Se hace una foto con la Polaroid y la pone en su diario.
Sigue durándole el miedo de olvidarse de los cambios.









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No todas pueden

En detalle: "La Mariposa" (2004) 0,70 x 0,50 m.


Hoy está dominicano, el día digo, empezó desacostumbradamente caluroso para estos lados.
Tuvimos una noche donde extrañé el ventilador de techo que tenía en la casita de florida.
Me lavo los dientes mientras mi marido se viste.
Bajo en pijama.
Después me ducho y cambio, una vez quedo sola.
Lo único bueno del lunes es que quedo sola a la mañana.
Cuando voy a buscar a mis hijas, saludo a un montón de madres con las que lo único que tengo en común es que sus hijos van al mismo kindergarten de los míos.
No hay conección. Es un poco el idioma, pero en realidad es un tema de profundidad.
Mi abuela no hablaba nada que no sea castellano, y en sus viajes por el mundo se hizo de amigas brasileras o alemanas con las que se visitaban y era curiosidad familiar en qué carajo se comunicaban.
Una amiga siempre me dice:” no importa en qué idioma, lo que importa es querer comunicarse, no todas pueden, corazón”.
Y en un “ no todas pueden” ando con las madres del kinder.
Las paso a buscar a las chiruzas y las llevo a casa.
En la terraza les dejé armada la seudo pelopincho que compré el verano pasado.
Mientras juegan en la piletita, preparo el bolso de ballet de la mayor, y el disfraz de la del medio, de princesa todo rosa, naturalmente.
La más chica reclama atención que no encuentra. Le grito a una que se ponga la malla de ballet y a la otra que se seque para ponerse el disfraz, mientras visto a la chiquita.
Las tres ya están con labios azules a pesar de los treinta grados que acompañan.
Una vez todas en el auto, vamos a buscar a una amiguita de la mayor.
Como llegamos tres minutos tarde me hizo el reclamo consiguiente, la madre nos saludó desde la puerta con la mano.
Una vez dejo a las bailarinas en su clase de ballet, paso por el super.
Necesito ya, una coca fría con hielo.
Estamos entrando y al pasar junto a un empleado, que está hablando con una minita que lo mira embobada, escucho un “cómo odio a los chicos”.Salí de escena, y me miré con cara de cansada, la chiquita con su vestidito y su sombrero que le queda grande y la obliga a inclinar la cabeza para arriba para poder ver hacia adelante y la otra, con su vestido pomposo de merengue rosa y cinco trenzas en su pelo, agarra mi otra mano mientras va cantando feliz de tener programa a la tarde. Lo miré y realmente me dio lástima, bastante trágico debe ser tener que laburar en un supermercado y odiar a los chicos.
En realidad que odies a los chicos en genérico es bastante triste.
Sigo mi camino intentando dejar atrás mi enojo.
No todas pueden, corazón, me repito para mí.
Mientras la ahora princesa me muestra como va a bailar en la fiesta, “mirá mami, hago un voll carajo”, dice revoleando la cabeza al mejor estilo cantante de white snake.
En la parte de gaseosas me cruzo con una desascostumbrada cantidad de adolescentes mirando las botellas. Ahí me acuerdo de la noticia de hoy, encontraron rastros de cocaína en la coca cola de red bull.
Obviamente ya la sacaron del mercado, obviamente los chicos se quedaron con las ganas.
Nuevamente salimos al calor inusual de la calle.
En el auto respiro aliviada de sentir el aire acondicionado en la cara.
Ya en casa, corto unos tomates que compré, enormes, rojos y sicilianos.
Debo confesar que lo que más me sedujo fue su origen, esos boludos honores a procedencias familiares.
Sigo armando la cena mientras decido, como el clima acompaña, prepararme unas caipirinhas para antes de comer. Esto me hizo acordar al blog de vida, al debate de arriba o abajo.
Realmente hay que elegir uno sólo?
Y bue, no todas pueden, corazón.













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lunes, 25 de mayo de 2009

En el Zoo

En detalle: "El hilo de la vida" (2008) 0,80 x 0,80 m.


Ayer vió frustrada su cena y su cita.
La sensación de fracaso la acompaña desde que se levantó.
Lo mejor que puede hacer es ocuparse un poco y no pensar.
Tiene un trabajo práctico de proyectual.
Para dibujar, al zoológico de Buenos Aires va.
Al entrar el boletero, más simpático de lo necesario,
le anticipa muy sonriente,
la suerte que tuvo de elegir concurrir aquel día,
la mayoría de los animales, en celo hoy están.
Cuántas veces puede uno toparse con un hecho tan inusual?
Amaranta se queda muda y sin dar las gracias encara la entrada.
Intenta caminar sin mirar a los costados.
Tarea que se dificulta a causa de los sonidos generados,
por los elefantes enfiestados que tiene al lado.
Esto no es justo, piensa para sí misma,
recreando la cita frustrada que la tenía por protagonista.
Terminar en el zoológico convertido en este seudo burdel,
la retrotrae a un estado de ánimo, que ve exasperado
por turistas ocasionales que ríen a carcajadas,

sacándo fotos entusiasmados.
El trabajo no pudo realizar.
Se dedicó a dibujar el Kamasutra en versión animal.

A partir de ese día, famosa se convirtió
con su colección de acuarelas de animales fifando,

que comenzó a circular, fotocopiada, por la Universidad.













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sábado, 23 de mayo de 2009

El diario

En detalle: "Lechuzas" (2007) 1,05 x 0,90 m.


Tiene quince años, está en edad escolar.
Sus curvas la contradicen, son de mujer.
Está en la casa de una amiga, estudiando una lección.
Es invierno en San Isidro y afuera ya está obscuro.
El padre de su amiga se ofrece a llevarla en su auto.
-Estoy saliendo a una reunion y tu casa está de camino al lugar que voy.
Ya en el auto encaminados se detiene a un costado de la calle.
Apaga el motor, sube la radio y se inclina para su lado.
Amaranta se iba haciendo cada vez más pequeña en su asiento.
Mientras, las manos de este hombre, intentaban explicarle el objetivo final.
Le estaba estrujando una teta cuando ella pudo reaccionar.
Le clavó las uñas con tanta fuerza hasta hacerlo sangrar.
Acto seguido encendió el auto mientras la fulminaba con la mirada.
Ya en su casa intentó contar lo sucedido.No hubo lugar para su relato.
En ese momento estaba la tele encendida.
Su madre le pidió silencio cuando ella intentó hablar,
estaba ocupada al telefono, tenía que esperar.
Amaranta se fue a su cuarto. Hizo un bollo con la camisa y la tiró a la basura.
Ese día comenzó a escribir un diario, que sigue hasta el día de hoy.
Quiere estar segura de anotar todo.
Tiene miedo de no recordar por lo que pasó.






























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viernes, 22 de mayo de 2009

Cocotte

Imagen Personal: "Desde Evian a Montraux", Agosto 2007


Simon tuvo una semana complicada.
Su novia anda demasiado centrada en sus actividades y eso lo deja un poco de lado.
En el trabajo está todo demasiado tranquilo para su necesidad diaria de adrenalina.

Sus amigos, Bernardo y Tobías, andan en sus historias y no los ve.
Cocotte se le dice a las chicas en su ciudad. Es una manera cariñosa de referirse a ellas.
Su madre, de pequeño le decía así. Cocotte.
Lo hirió profundamente, no sabe ella cuánto.
Con sus amigos del tema habló en más de una oportunidad.

Bernardo, su amigo argentino, lo empezó a llamar así también.
Cocotte, cómo estás? Le pregunta su madre al pasar.
La ira crece en él y siente que no puede respirar.
Lo único que lo calma es subirse a su lancha y perderse en el Lac Léman.
En Francia para en un café y se entretiene mirando a la gente hacer a su alrededor.
Unas chicas,desde una mesa vecina , lo miran.
Son lindas, frescas pero demasiado jóvenes para buscar problemas.
El les devuelve la sonrisa mientras se cierra la campera.
Está empezando a refrescar en la orilla.
Está en uno de esos días donde no le gusta regresar a su vida.
Que Cocotte no vuelva más.










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jueves, 21 de mayo de 2009

Nenucha

En detalle: "El jardín de Alcira" (2008) 1,50 x 1,20 m.



Hoy domingo Matilda está contenta.
Después del almuerzo su otra abuela, Nenucha,
la pasa a buscar para ir a pasear.
Tienen las mismas ganas de vida,
Nenucha y Matilda.
Se parecen en el hambre de vida que tienen.
A los Bosques de Palermo juntas se van.
La propuesta es la siguiente,
iniciarla en los secretos del yoga su abuela quiere.
Y ahí están las dos,
en medio de un paisaje dominguero.
Tarde de sol de invierno en Buenos Aires,
el parque lleno de autos estacionados en el césped.
Los ocupantes sacan los asientos al pasto,
sentados tertulean tomando mate con facturas.
De fondo, se hacen uno, los sonidos de música
con el relato del partido de fútbol por la radio,
Se genera un efecto discordante.
Y ahí están las dos, aisladas de todo,
practicando respiración.
Nenucha adopta una determinada posición,
Matilda la imita perdiendo el equilibrio.
Cae al piso riendo,
sabiéndose totalmente feliz de estar ahí con ella.
La clase introductoria no fue tan satisfactoria
como Nenucha imaginó, pero su nieta está satisfecha,
sentada al sol con ella.
Está comiendo un pirulín color
rojo y verde tornasolado
que Nenucha le compró.
Matilda está un rato intentando
despegar de sus dientes
el caramelo a medio procesar.
Cuando a su casa vuelve tiene la ropa
sucia de tierra y pasto
y esa cara de plenitud que acompaña
a sus mejillas rosadas por el sol.











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miércoles, 20 de mayo de 2009

El hilo de plata

Imagen: "El hilo de la vida" (2008) 0,80 x 0,80 m.



Matilda tiene ocho años.
En su casa están todos de sobremesa.
La tía y su abuela están de visita.
Ella busca una excusa y se refugia en su cuarto.
Necesita pensar.
En el aire de su casa hay sensación a muerte.
Ella no entiende muy bien ese descubrimiento.
Lo más cercano a ese concepto es el recuerdo de un abuelo que no conoció.
Pero el dolor de la ausencia no se hizo carne en ella, ese abuelo es un concepto como áfrica.
Cuando le hablaron de ese continente en su clase, le dio curiosidad, le generó tristeza las historias de su pobreza pero no pudo hacer suyo el continente, es abstracto como su abuelo.
Se acuesta en su cama.
Los brazos cruzados bajo su cabeza.
Piensa en ese abuelo, la imagen es de una foto carnet en color sepia.
Gesto serio, bigote finito pero no transmite nada hacia ella.
No sonríe, no está triste, sólo está.
Se pregunta que se sentirá estar muerto, como será el despegarse de ese cuerpo.
Se imagina saliendo de su cuerpo.
Se ve en ese cuerpo, que le parece pequeño, en ese cuarto que perdió referencias para ella.
Ve a sus padres, su abuela y su tía hablando, totalmente ajenos a lo que está sucediendo.
Empieza a flotar cada vez más alto, traspasa el todo y se encuentra en una nada.
Siente algo que la une a su cuerpo y le impresiona sentirse tan liviana.
Se intranquiliza al verse tan cómoda, la angustia va tomando forma.
Abruptamente vuelve a ese cuerpo tan pequeño.
Empieza a llorar con hipos y mocos, como cuando se hizo la frutilla en la rodilla hace dos días.
Llora por ella, por su abuelo.
Su abuela va a su cuarto, le apoya una mano en la cabeza.
Empieza a hablarle suave, muy despacio.
Tu abuelo tambien tenía sueños de muerte.
Pensaba en eso todo el tiempo y se angustiaba.
No tengas miedo, no pasa nada.





















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martes, 19 de mayo de 2009

El dilema

En detalle: "Cruz II " ( 2005) 0,70 x 0,85 m.


Amaranta está ante un dilema que no sabe resolver.
Un profesor de la facultad a la que asiste le dejó entrever, que le interesa conocerla más a fondo, en privado.
Ella sabe que él es casado.
Le molesta como este hombre, una y otra vez, le deja bien en claro su objetivo.
No sabe qué hacer.
En el tarot busca respuestas pero la dejan más confundida.
Ludovica tampoco le aporta nada que le sirva.
Al día siguiente decide encarar el problema. Ni un día más soportará esta situación.
Va a la secretaría de la Institución .
Solicita cambio de cátedra de la materia en cuestión.
El profesor, al enterarse, se hace el ofendido en los pasillos.
Y hace correr el rumor por las aulas del claustro, que los cigarrillos armados que ella fuma, no son de tabaco.
El efecto fue el contrario al por el hombre deseado,
Ya que se convirtió en la más popular entre el alumnado.
La paraban en los pasillos para que les convidara un cigarrillo.
Ella no entendía que pasaba, pero disfrutaba el estrellato fugaz, en el que como protagonista, se encontró.














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lunes, 18 de mayo de 2009

Wasser







Hoy Lina, mi hija de ocho, trajo esta poesía de la escuela. La escribió ella, y me gustó mucho, así que quiero compartirla y acá va la traducción:



Agua

El agua hace splasch



El agua es genial!



El agua es divertida.



El agua es genial!



El bote navega sobre el agua.



El agua es colorida.



El agua es genial!



Ya voy a nadar.









Lina



Matilda


Están los cuatro sentados en la arena. Entre todos no suman veinte años.
Miran ese mar infinito que se funde con el cielo.
El reflejo del sol les hace entrecerrar los ojos, arrugando esas narices con pecas.
En sus bocas hay vestigios del helado que le compraron a ese vendedor que va gritando
¡ lloren chicos, lloren; pídanle a papi un helado!.
No son concientes de los ruidos de gente que los rodea.
En sus manos toman arena mojada y la dejan caer haciendo montañitas
a lo largo de esas piernas de rodillas huesudas y moretones.
Cuando las cubren, utilizan el palito del helado de agua,
para afeitarles esa arena.
Una y otra vez repiten el juego.
Hablan entre ellos maravillados de descubrir su cuerpo.
El sol les calienta los hombros.
Les tira la piel de la nariz al secarse la sal del agua del mar.
Uno de ellos se relame, y siente el gusto agridulce
de la mezcla de esa sal con los restos del palito de frutilla que comió.
Están plenos, libres y felices. Es ese momento donde nada falta.
El pelo húmedo y duro le hace picar la espalda a Matilda.
Los cuatro sentados, espaldas de hombros estrechos encorvados, transmiten ternura a sus padres que los observan.
Son buenos chicos, ellos se saben buenos.
La llamada de una de las madres los interrumpe en su ritual.
Con desgano, dejan de lado la tarea, y se van a la zona de carpas.
Mañana será otro día de ganas de jugar en el mar.

viernes, 15 de mayo de 2009

Morticia

En detalle: " Aires Argentos" (2004) 1,50 x 0,50 m.





Amaranta está radiante, su momento llegó. No fue fácil hasta ahora, reconoce para sí.
Pero éste presente la llena, y no encuentra ninguna razón,para rechazar semejante regalo del destino, esta vez no.
Hoy se siente creativa en su arreglo personal.
Prueba un look Morticia Adams que la excita aún más.
El maquillaje en tonos grises, las uñas en negro, barnizadas.
Suelto a ambos lados de la cara, su pelo lacio acompaña.
No es fácil para ella , calzando cuarenta y dos, encontrar en Buenos Aires, zapatos de taco o de cualquier ocasión.
Hoy estrena los que le trajo su tía de Alemania. Son negros, con un buen taco y especiales para ella.
El problema comenzó, cuando al auto intentó entrar.
El look que había elegido no la acompaña en semejante acción.
El crack que hizo su vestido le auguró lo peor.
Insultando en varios idiomas, a su casa regresó.

























jueves, 14 de mayo de 2009

Impresiones D, de decadente

Imagen: Ginebra, Diciembre 2008


Simon pasea por su ciudad sintiéndose ancho de placer de saberse en su lugar.
Camina por una calle comercial, en la que pasa desapercibido, ningún conocido anda por ahí.
Esperando el cruce en una esquina observa una parejita .
Ella de quince, él un poco más.
En la cuadra de enfrente un grupo de banqueros pijos, esperan el cruce támbien.
Los cuatro suman unos doscientos cincuenta mil francos entre zapatos y trajes.
Quieren tener su momento, ser beneficiarios de la atención de ella.
La chica se sonroja y cruza la calle mirando hacia abajo.
El chico no se dio cuenta de nada, demasiado preocupado por ver su reflejo en la vidriera.
A Simon le da asco por la chica. Esos enfermos tienen tres veces su edad.
Esta ciudad a veces le devuelve unas imágenes, que tarda semanas en despegarlas de sus retinas internas.
Se sienta a tomar un café au lait. Mira de reojo la mesa de al lado.
Una rubia de frasco Koleston, da de beber agua de un vaso a su proyecto de perro, con vestido de armani. El perro no, Ella.
En la otra mesa un grupo de hombres de oficina hablan de bonos, tasas y porcentajes .
Volviendo a su casa decide bordear el lago, disfruta viendo los turistas pasear.
En la plage, un grupo de chicas hablan dialecto, sus carteras louis Vuitton desteñidas por el tiempo le recuerda que es Miércoles , tarde de franco para el servicio doméstico.








miércoles, 13 de mayo de 2009

La maqueta.

En detalle: "El hilo de la vida" (2008) 0,80 x 0,80 m.


Amaranta está hechada en el sillón de su casa.
Espía desde ahí, la mesa del comedor, ocupada en este momento con la maqueta a medio hacer.
Tiene hasta el lunes para presentársela a René.
Hace una semana exacta que no concurre a la Universidad.
No logra entender en que espiral se perdió.
Todos los días se levanta jurándose terminarla hoy.
Después de desayunar, se hecha a descansar para concentrarse en la tarea a realizar.
En algún momento se acalambra en la posición y busca, con la mirada, el reloj de la pared.
Es hora de almorzar.
-Mejor como algo rápido y empiezo a trabajar.
Después del almuerzo el sueño la vence una vez más.
Se queda dormida mirando un programa sin sonido en la tele.
Cuando vuelve en sí se prepara un café con leche.
Empieza a enojarse con ella por no lograr concentrarse.
Va hasta el quiosko de la esquina y retorna con provisiones.
Para estimular su enojo se come cinco bisnike.
Cuando termina decide que una ducha la va a mover de su inercia.
Está secándose el pelo, y un llamado la entretiene.
Al termina con el teléfono ya es la hora de cenar.
-Bueno, mejor como algo y me quedo a la noche hasta terminar.
Sentada ante la mesa a punto de comenzar a trabajar,
pasa a saludarla su amigo especial.
A las tres de la madrugada Amaranta se va a dormir.
Se promete mañana mismo, terminar de una vez, sí o sí.

martes, 12 de mayo de 2009

La presentación.

En detalle: "Raíces" (2004) 0,60 x 0,70 m.

Amaranta es presentada a Raquel por su papá.
Las calzas violeta brillante que ésta usa le provocan repulsión.
Intenta evitar en su cara el sentimiento sin lograrlo.
Automáticamente queda marcada una línea en el piso entre ellas.
Ya sabe que tendría que alegrarse por su padre, que está feliz.
No son celos, ella lo sabe. Sólo es una cuestión estética.
Esas calzas violetas con el sol que hay en el campo familiar,
tienen un efecto óptico encandescente que le hace entrecerrar los ojos.
Busca evitar con la mirada esas calzas fuera de lugar.
Amaranta no soporta más.
Tomando una gaseosa en el almuerzo, casi sin querer, vuelca el contenido de su vaso en esas calzas que no puede ver.
Después del proceso de disculpas, aceptando la mirada censuradora de su padre, respira aliviada.
Raquel a cambiarse de prenda va, ya que las calzas están manchadas.
Amaranta contempla la tranquera felicitándose por la acción, de liberar al campo de semejante visión.
Nuevamente en la mesa, Raquel le dedica una sonrisa desprovista de rencor.
Luce unas calzas amarillas flúo que combina con un top.




















lunes, 11 de mayo de 2009

La Lulú




La Lulú tiene en su cara, una sonrisa de anticipada satisfacción.
Son las nueve de la noche en Buenos Aires, su hija ya se durmió.
Ahora comienza el ritual privado. Su momento del día.
Se dririge al baño de ese departamento frente a la quinta de Olivos.
Llena de agua la bañera, justo hasta la mitad.
Elige un color.
El verde es su preferido.
Lo vierte. De a poco.
Intenta que el proceso, cuando el color se mezcla con el agua, sea muy lento.
Ese, es su momento.
Se embeleza observando como los espirales esmeraldas se van atenuando y aquietando.
Sumerge un dedo y agita el líquido.
El momento terminó.
Mientras moja la tela en el agua verde, sonríe recordando lo que ya pasó.










sábado, 9 de mayo de 2009

Feliz día de la Madre




En este lugar del mundo mañana se festeja el día de la madre.


Desde que me mudé aquí me pasa algo raro con estas fechas, es como que la ilusión del día se me perdió en algún lugar, en cuanto a tradición se refiere, no porque no lo festeje con mis hijas .


Cada una de ellas tiene "escondidos" en la casa regalitos que han preparado para darme, y en la mañana tengo que estar "dormida" hasta que suben las tres con sus regalitos (esto último mucho no me cuesta dado sus hábitos tempraneros).


Tiene que ver con que es en una fecha distinta a la de Argentina.


Fue parecido a cuando sos chico y te enterás que papá noel son tus papás, es lindo, te ilusiona de igual forma que te regalarán, pero se perdió ese nosequé. Algo así me pasó.


El dato divertido de estas fechas por aquí es que el jueves siguiente al día de la madre es el día del padre, feriado, y la costumbre es que es "el día" en que los padres de familia salen con sus amigos.


Los hombres tienen dos ocaciones por año en que, tradicionalmente, son "perdonados" de volver a casa tarde y sobre todo entonados.


Estas dos fechas son: para el Oktoberfest y el día del padre!.


Les envío a todas las madres un beso especial.


viernes, 8 de mayo de 2009

En el andén

En detalle: " Hojas de otoño" (2007) 0,90 x 0,75 m.




Busca el papelito nuevamente, no se acuerda bien qué tren tenía que tomar.
En Carranza está todo muy tranquilo, mucha gente no hay.
Se enciende un cigarrillo y acomoda su abrigo.
Sus cabellos largos color miel hoy están trenzados.
Se entretiene mirando una rata que intenta pasar por un agujero del andén.
No percibe que a su lado, un hombre la está mirando.
-Mirá piba, no te hagas la viva y empezá a caminar.
Amaranta no contesta y obedece dócilmente.
En el camino va intentando, disimuladamente, encontrar algún elemento en sus bolsillos para defenderse.
Espía el andén esperando que alguien la vea.
Está lleno de gente volviendo a sus casas, nadie mira a su alrededor.
-Digame qué es lo quiere, mucha plata no tengo.
-Mirá piba callate y no me hagás calentar.
Por fin llegan al punto extremo del andén, el más obscuro.
El hombre se le acerca quebrando las reglas de espacio de ella.
Amaranta no sabe cómo lo hizo. Sigue bajo schock.
Le clavó el encendedor en un ojo y huyó.


















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jueves, 7 de mayo de 2009

Preguntas en un Domingo a la tarde.

En detalle: "El hilo de la vida" (2008) 0,80 x 0,80 m.



Está sentada en su casa, entre almohadones, dibujos y el gato.
Sandro le habla de amores y ella muere por ser la protagonista alguna vez.
Ya van quince cigarrillos y dos tofi con dulce de leche.
Hace una hora exacta que abandonó la dieta.
Pero no logra hacer desaparecer esa necesidad de más.
Empieza a repasar su vida sentimental.
No entiende en qué momento empezó a elegir tan mal.
Amaranta no se arrepiente, todo sirve para aprender.
Pero las lágrimas de anoche la contradicen.
Se refugia en un libro, como le gusta a ella.
De una pila de seis o siete, escoge uno al azar y lo abre en cualquier parte.
No, definitivamente no es su día.
Ludovica le presagia muy mal año para enamorarse.


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miércoles, 6 de mayo de 2009

maibaum 2009

Collage: Eichenau, Mayo 2009


El viernes 1 de Mayo, en Eichenau fue el festejo de
"Maibaum" o "Arbol de Mayo".
Es un festejo que se realiza en cada pueblo que posea en su plaza principal su propio Maibaum.




Es una fiesta tradicional que se remonta a la Edad Media. Este árbol actuaba de pancarta dando información acerca de los negocios que formaban parte de la comunidad.




También está asociado al festejo de la primavera, ya que representa la fertilidad.
En este "palo" de madera pintado a rayas celeste y blanco, cada asociación o agrupación que forma parte de la ciudad, figura representado en éste, con figuras de madera pintadas que se sitúan en las "ramas" horizontales del árbol.
En Baviera se sienten orgullosos de sus tradiciones, y las mantienen vivas.




Todos visten sus trajes tradicionales, Lederhosen para los hombres y Dirndl para las mujeres.
Cómo comenté en otras oportunidades, toda ocasión es buena para armar las mesas y bancos largos y tomarse unas cervezas en comunidad...













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martes, 5 de mayo de 2009

En bondi

En detalle: "Mandala de Princesas" (2005) 1,30 x 1,25 m.


Amaranta en un colectivo encontró un amor.
No está entre los pasajeros . Es el conductor.
El trayecto Constitución –Martínez estuvo lleno de tensión.
El la miraba todo el tiempo, ella buscaba su atención.
Calculaba cada gesto, cada pose que adoptó.
Mientras le observaba sus brazos, deseándolos a su alrededor.
En una curva perdió el equilibrio, y se ruborizó.
La pose tan pensada, la traicionó.
En su mente recorría el camino a su corazón,
preguntándose si esta vez, se equivocaría o no.
Ensayó mentalmente como encarar el final.
Se acercó suavemente,como al pasar,
una mano suya en el hombro le apoyó,
-Disculpe, la próxima parada – le susurró.
El conductor sonrió.
-Dejame tu teléfono, linda .- le ordenó.
Eso mucho no le agradó.
Dócilmente le proporcionó sus datos y se bajó.
En su casa, escuchando a Sandro, una lágrima se le escapó.
Aquel hombre del colectivo, fantasía quedó.
Se negó a contestar sus llamadas hasta que él desistió
En su intento por encontrarla el gusto no le dió.
A partir de esa experiencia , el colectivo dejó
Comenzó a viajar en auto,
El que su padre le regaló.

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lunes, 4 de mayo de 2009

El Plan

Imagen: "Love" (2004) 0,30 x 0,30 m.



Amaranta está contenta. Es viernes a la mañana y ya tiene todo el fin de semana programado.
Está manejando su auto por la costanera sur.
El auto es su orgullo. Lo tiene impecable.
Sandro canta medio distorsionado en el pasacasette pero a ella la hace vibrar igual.
En su bólido amarillo recorre el trayecto martínez-costanera sur en tiempo récord.
Esta noche, es su noche y no puede esperar.
Cuando vuelva del trabajo, va a ordenar su casa y a prepararse.
Necesita tiempo, es un ritual largo.
Le gusta estar impecable, el color de las uñas combinan con el rouge.
Amaranta lo tiene claro, si él no da el primer paso, ella le va a mostrar el camino.
En su casa , ya de regreso, suena el teléfono.
Las noticias no son buenas.
Mientras estaba entretenida con la llamada, tuvo que apagar el horno.
La comida se pasó.
Amaranta no se preocupa, él fue el que llamó.






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