En detalle: "El jardín de Alcira" (2008) 1,50 x 1,20 m.Matilda está en la casa de su abuela, La Divina.
Así la llamaba su abuelo,al que no conoció.
Así la llamaba su abuelo,al que no conoció.
Es un sólo ambiente donde el dormitorio,
de la zona social,
está separado por un mueble.
está separado por un mueble.
Está durmiendo en la cama supletoria,
y se despierta con ruidos.
y se despierta con ruidos.
Se asoma y espía.
Está La Divina con Porota y Víctor,
un matrimonio amigo de su abuela.
El, muy formal, con traje a rayas
y pañuelo blanco en el bolsillo frontal.
Ella, de voz nasal, pelo blanquísimo
y una mancha de nacimiento en la piel,
cerca de su ojo izquierdo.
Los ve de pie, ante esa mesa redonda.
Está La Divina con Porota y Víctor,
un matrimonio amigo de su abuela.
El, muy formal, con traje a rayas
y pañuelo blanco en el bolsillo frontal.
Ella, de voz nasal, pelo blanquísimo
y una mancha de nacimiento en la piel,
cerca de su ojo izquierdo.
Los ve de pie, ante esa mesa redonda.
Están tomando un licor.
La abuela, siempre estaba con un licorcito.
La introdujo a Matilda,
en el vicio del oporto, a esta edad.
La yema de huevo crudo en una taza con azúcar y oporto
y a batirlo, con una cuchara, con mucha fuerza...
y a batirlo, con una cuchara, con mucha fuerza...
Son de esos sabores de la infancia que son ricos ahí, en el recuerdo.
Están los tres riendo.
No hay música, pero en ese momento,
a Matilda le parece escuchar una melodía.
No hay música, pero en ese momento,
a Matilda le parece escuchar una melodía.
Es el efecto de las risas de Porota y Divina.
Su abuela, está Fumando!.
Su abuela, está Fumando!.
Es la primera vez que la ve hacerlo.
En ese preciso instante, Matilda tiene la certeza
de estar viendo a su abuela como mujer.
de estar viendo a su abuela como mujer.
Con la necesidad de una mujer. Con la risa de una mujer.
Esa noche la descubió. Descubrió a La Divina.
Hoy ya adulta, Matilda revive frecuentemente esta imagen.
Se siente cercana a ella. Está más acompañada que nunca por su abuela.
En este recuerdo, de mujer a mujer.
Esa noche la descubió. Descubrió a La Divina.
Hoy ya adulta, Matilda revive frecuentemente esta imagen.
Se siente cercana a ella. Está más acompañada que nunca por su abuela.
En este recuerdo, de mujer a mujer.
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Muy emotivo, yo también me acuerdo de las yemas batidas de mi abuela. No para cualquier brazo ...
ResponderEliminarSi, esos sabores de la infancia... las melitas rancias (de grande las probe en version crocante y mo me gustaron tanto como las humedas de la caja) y los inolvidables Pudding de la Oma, que mas que Pudding eran masacote de maizena con Rote Grütze, que en realidad era compota de ciruelas. Recuerdo la metemorfosis de la capita. De seda, pasando a lona, terciopelo, llegando al mas duro cuero. Pero nunca llegaba al efecto Pasteur. Y sin embargo moriamos por ese postre... El destino me llevo a muchos lugares y comi muchos postres en mi vida, pero nada ha superado hasta el dia de hoy al original. Tal vez porque, como decis, son sabores de la infancia, ricos en el recuerdo y ahi tienen que quedar.
ResponderEliminarCreo que a las abuelas uno las quiere ver siempre como abuelas y en la infancia cuesta creer que en un momento fueron mujeres con necesidades de mujeres. Es mas, no queremos verlas como mujeres porque son santas. Asi la quise ver yo a mi abuela y de mayor, cuando la deje sacarse la castidad, me encontre con la historia de la mujer que fue, pero ya era tarde para preguntarle como fue.
ResponderEliminarclaudia, que lindo lo que contas! muchas gracias por tus imagenes!
ResponderEliminarmis recuerdos son mas de mi abuela paterna, los malfati hechos por ella eran asombros, después, cuando no estuvo mas, los comi hechos como debíen hacerse, pero ya no fue lo mismo! y después mi abuelo que tomaba el mate, ya de grande, con agua con repollo (puaj) recuerdo era terrible el sabor, pero con tal de compartir unos mates y charlas...
ResponderEliminarCon el relato de Mtilda me rompiste el corazon y no veo las letras del teclado, pues la emocion hace que las lagrimas borren la realidad.Veo esas abuelas grandes en su rol,no dejando salir los destellos de las mujeres que fueron...me paso con mis dos abuelas y tambien con mi madre ya al final...tambien tuve "candeal" de chica y ese gustito me sabe a gloria.Como siemre...girones de vida...!!!IDOLA!!!
ResponderEliminarMatilda es mi preferida! me transporta en el tiempo, me hace revevir todas esas lindas historias de mi niñez! (Mateo si era nena era Matilda)
ResponderEliminarLos jugos de naranja del abuelo en los vasitos de yogurt!!! Los amaretis de la abuela para el té, las tortas de chocolate con confites de colores!, el caldo de verduras "sagrado" antes de cada comida y por último el olor a mandarinas del abuelo....
marina, que lindas imágenes!
ResponderEliminaroma, la estoy esperando!
Que lindo relato, Paula!!!yo tamabien la vaía fumar cuando era chica..y me encantaba!.
ResponderEliminarLo hacía despues de comer, con el abuelo ( yo era muy chica pero de esas escenas me acuerdo)y tambien cuando pintaba en la mesa del comedor y con Lily nos quedábamos hasta tarde viendola trabajar.
Con Porota eran muy compinches, talvez porque nunca tuvo una hermana y creció muy sola.
A mi me pasa lo mismi con Lily ; cada vez que nos juntamos nos reímos con muchas ganas.
El candeal le salía muy rico y era casi obligatorio dárselo a los chicos..tambien les hacía a Naty y a vos gelatina con frutas adentro
Tuviste mucha suerte de tener a tus dos abuelas.Eran unas genias.
Ahh,,,! FELIZ VIAJE OMA Y OPA!!!!
Ah..lo de La Divina tiene que ver con Greta Garbo.... pero es una historia larga que otra dia te contaré
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