jueves, 25 de junio de 2009

chicle jirafa


Hoy está la Divina de visita en la casa de Matilda. Juntas van a comprar unas galletitas para la hora de tomar la leche.
Recorren las dos cuadras hasta la galería comercial.
La galletitería es un negocio pequeño, atestado de cajas de lata con un redondel de plástico transparente en su frente.
Matilda adora ir a ese negocio. Siempre hay demasiada gente para el pequeño espacio.
La dueña se pone una bolsa en la mano a modo de guante, y va buscando las cajas, segun el deseo del cliente.
Con una chapa de unos diez centrímetros retira la tapa de la caja.
Empieza a llenar una bolsa con la mercancía, y la va pesando en esa balanza blanca y negra.
Casi está en el exacto peso, una vez puesta la bolsa en la balanza.
Su abuela pide un cuarto de triangulitos de hojaldre, de esos que tienen azúcar quemada arriba.
Matilda la trata de convencer de comprar merengadas pero terminan negociando un chicle jirafa. En su casa tiene prohibido comer chicles.
Salen del negocio y mientras su abuela hace unas compras en la verdulería y la panadería, Matilda va engullendo todo el chicle jirafa, hasta que la bola es tan grande que, practicamente, no puede cerrar su boca.
Cuando vuelven, matilda se desprende del chicle en la vereda.
En el ascensor le sonríe a su abuela.
En su boca todavía siente el gusto a chicle.
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8 comentarios:

  1. el tunel del tiempo!
    me acuerdo de las pepas y los triangulitos, ni que hablar de los alfajorcitos de maizena con coco en el borde del dulce de leche, esos eran para ocaciones especiales.
    Muy buena la imagen de inicio :)

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  2. Tal cual, abajo de casa había un galletitería, era lo más!!!bue y del chicle jiraja ni hablar! no se hace más,no? yo nunca más lo pude encontar...una lástima

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  3. lo único malo del chicle jirafa es que se quedaba sin gusto enseguida ...

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  4. Yo quiero hablar acerca de las galletitas. Me da pena que ya no hayan esos comercios en Buenos Aires. Eran estupendos.
    Entrabas y te encontrabas en un negocio pequeño,con estanterías en todas las paredes posibles repletas de cajas de lata en exposición con una variedad galletitas increíbles!!!
    Me parece que los dueños compraban a los mayoristas porque encontrabas el mismo tipo de galletita de diferentes fabricas.Por ejemplo, encontrabas vainillas, bizcochos, palmeritas de marcas diferentes. Siempre eran frescas porque tenían gran demanda...y lo mas lindo era que podías hacer la selección de gustos para toda la familia
    Ahora, como se comercializan envasadas, en las gondolas de los super sería imposible que nos ofrecieran esa variedad.
    Ahh, mis preferidas eran unas redonodas con unos piquitos que se llamaban "rococó" y las "boca de dama", sin olvidar las obleas de limón
    Sobre los chicles.... nunca fueron mi tema. Así que, salvo que hacen mal a los dientes no tengo nada para comentar

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  5. Las boca de dama,si. Yo creo que si a alguien se le ocurriera abrir una galletiteria con aire nostalgico, se llenaria de plata. Para acordarme del chicle jirafa tuve que hacer un esfuerzo porque tenia solo al bazooka en la memoria.Que lindo recordar tantos gustos...

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  6. Debajo de casa, había una galletitería enorme, que era un local como con enormes bibliotecas, pero en vez de libros, había latas de galletitas con una ventanita para ver cuáles eran...bajaba todos los días y podía elegir de a cuartos, para llevar una gran variedad: melitas, rococó, pepas, vainillas, obleas...en fin interminable...lo más gracioso es que era de un conductor de la línea sesenta...más no se podía pedir...qué tiempos aquellos....

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  7. y creo que ese local ganaba más subalquilando un teléfono (simulando un t.público) que con las galletitas ...

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  8. me acuerdo que soñaba con tener mi ´propia galletitería de grande pero cero visión comercial, era para tener acceso a las cajas de galletitas!!!!!

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